Los días 23 y 24 de Mayo vuelve una nueva edición de Sheriffs, esta vez en la localidad de Anglesola, población cercana a Tarrega en la que pudimos acampar en un mullido campo de futbol de césped natural donde casi no hacía falta colchoneta para estar cómodo.
Pero ya llegaremos a ese punto, antes comentaremos la ruta hasta llegar a la acampada.
En esta ocasión por problemas familiares no pudieron acompañarnos Joaquín y Olga, pero si el resto de amigos que usualmente hacemos las rutas y concentraciones, incluidos Jordina y Floren que nos acompañaron en la presente. Jesús debido a sus obligaciones para con sus colores, solo pudo estar para comer con nosotros y más tarde retornar a casa.
Quedamos en encontrarnos en la gasolinera del Bruc a las 10:00 horas y con más o menos puntualidad fuimos llegando incluso con pinchazo en la moto de Félix, cuya rueda trasera portaba un precioso clavo que hacía bajar la presión de aire poco a poco.
Como la situación se podía complicar, decidimos poner una buena carga de aire y partir él en primer lugar con destino a Anglesola, sin perder en ningún momento de vista su neumático trasero por si había que parar nuevamente.
Así lo hicimos, partimos las 4 motos que viajaríamos en primer lugar y no tuvimos que parar hasta Anglesola donde justo en la entrada del pueblo y por el módico precio de 5 € le solucionaron el problema del pinchazo, reparación bien hecha ya que Feliz viajaría a la semana siguiente hacía Mugello, Italia, para presenciar el mundial de velocidad.
Sobre las 11 y pocos minutos de la mañana entrabamos en la población, siendo los primeros que llegaban para inscribirse y tuvieron que darnos acceso a la zona de acampada ya que no había llegado nadie hasta el momento.
Tras montar las tiendas, tomamos los primeros zumitos de cebada en una terraza del lugar acompañados ya por Jesús y una pareja amiga, mientras hacíamos tiempo para que el estómago nos pidiera combustible y partiéramos con destino a Guisona donde nos esperaba una mesa en “ El Rebost de la Segarra”. Dímos buena cuenta de las viandas típicas del lugar, “Cargols a la llauna”, buenas verduras a la brasa, ternasco que según Cristina estaba de muerte y el plato estrella, o al menos por el que decidimos ir a parar a ese lugar, unos “Pies de Ministro al Chocolate” que quitaban el hipo. Floren no pudo disfrutar como nosotros de la fiesta por completo porque por motivos laborales se incorporó justo cuando acabábamos el segundo plato y solo pudo tomar una ensalada y poco más.
Acabamos el “Apat” con unos postres, cafés y gotas para dar color a nuestras mejillas. Emprendimos el retorno a Anglesola, despidiéndonos antes de Jesús y sus amigos que habían de volver para Barcelona.
Las horas iban pasando poco a poco con el ir y venir de las motos y personal por las calles del pueblo, tomando asiento en todas las terrazas que participaban con sus zumitos frescos y espumosos.
Nuestro amigo Jordi de Olesa, pasó a saludarnos camino de Casa y procedente de Lleida, tomó con nosotros una birrita y nos despedimos hasta otro próximo evento en el que coincidamos, a ver si es verdad y se repite.
Poco a poco la noche y la hora de cenar se nos acercaban, pensando que si era como la del año anterior, sería un éxito rotundo.
Así fue, la carne en salsa y las setas, estaban de muerte, pudimos repetir tanto como quisimos y esto sí es de agradecer, son pocas las concentras en las que se come tan bien, el año próximo seguro que nos vemos otra vez la faz.
Poco a poco la noche y la hora de cenar se nos acercaban, pensando que si era como la del año anterior, sería un éxito rotundo.
Así fue, la carne en salsa y las setas, estaban de muerte, pudimos repetir tanto como quisimos y esto sí es de agradecer, son pocas las concentras en las que se come tan bien, el año próximo seguro que nos vemos otra vez la faz.
Por cierto, esta vez salimos con dos trofeos en nuestras alforjas, bueno, mejor dicho en las de Floren que era quien iba de vacío.
Tras un poco de baile, unas birritas y algún que otro chupito o lingotazo a la petaca pasó la noche. Pasó, pero no acabó, porque como la experiencia es un grado, nos faltaba “ El resopor” de la madrugada, con buen fuet, queso, vino y pan de la tarde.
Ahora sí que nos podemos ir a la cama, la lengua alegre y el estomago calentito y pleno, seguro que todos dormimos casi de un tirón. Bueno, casi todos, porque yo, a las 7 de la mañana, como cada día de la semana, me despierto con los ojos como un Búho, por lo que decidí levantarme y tomar una ducha reconfortante y dejar pasar el tiempo hasta que la tropa se despertase para levantar el campo, desayunar “Pa amb tomaquet”, butifarra y mas zumito de cebada, cafetito el que pudo y ala, a rodar nuevamente hacía la Ciudad Condal, todo perfecto, incluso la paradita en la matinal que se celebraba en Montigalà, en la que participaba El Magic Andreu, numerosos MG’s, Peñas moteras, etc., saludando a los amigos que allí se reunían.
Recogimos a Paqui y Pascual para volver con ellos a casa y tomar algo calentito nuevamente antes de partir ellos para Súria y nosotros a tomar la duchita antes de reposar el cuerpo.
Ese ha sido el relato de una nueva concentra entre amigos, ambiente de camaradería, buen rollo, buena gente y deseando que pronto haya otra más para volver a reunirnos, hacer planes y disfrutar de nuestro mundo de dos ruedas.
Tras un poco de baile, unas birritas y algún que otro chupito o lingotazo a la petaca pasó la noche. Pasó, pero no acabó, porque como la experiencia es un grado, nos faltaba “ El resopor” de la madrugada, con buen fuet, queso, vino y pan de la tarde.
Ahora sí que nos podemos ir a la cama, la lengua alegre y el estomago calentito y pleno, seguro que todos dormimos casi de un tirón. Bueno, casi todos, porque yo, a las 7 de la mañana, como cada día de la semana, me despierto con los ojos como un Búho, por lo que decidí levantarme y tomar una ducha reconfortante y dejar pasar el tiempo hasta que la tropa se despertase para levantar el campo, desayunar “Pa amb tomaquet”, butifarra y mas zumito de cebada, cafetito el que pudo y ala, a rodar nuevamente hacía la Ciudad Condal, todo perfecto, incluso la paradita en la matinal que se celebraba en Montigalà, en la que participaba El Magic Andreu, numerosos MG’s, Peñas moteras, etc., saludando a los amigos que allí se reunían.
Recogimos a Paqui y Pascual para volver con ellos a casa y tomar algo calentito nuevamente antes de partir ellos para Súria y nosotros a tomar la duchita antes de reposar el cuerpo.
Ese ha sido el relato de una nueva concentra entre amigos, ambiente de camaradería, buen rollo, buena gente y deseando que pronto haya otra más para volver a reunirnos, hacer planes y disfrutar de nuestro mundo de dos ruedas.
Hasta pronto amigos.
Mortimer
